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¿Qué afecta a esos pececillos sabrosos?

La costa de Sudáfrica alberga una increíble variedad de especies de peces. Si me pedís que elija una o dos especies de entre todas ellas (por favor, no lo hagáis) tendré que proclamar que las más importantes son la anchoa (Engraulis encrasicolus) y la sardina (Sardinops sagax). Porque están sabrosas, sí, pero también por otros motivos.

Anchoas y sardinas son las especies más abundantes en el grupo de los pequeños pelágicos, tanto en Sudáfrica como en muchas otras regiones del mundo. En algunas zonas, anchoa y sardina llegan a constituir el 50% de la biomasa total de peces. Su importancia es, por un lado, ecológica: estas especies conectan los niveles inferiores de la cadena alimenticia marina (es decir, el plancton, que es la base de toda la pirámide alimenticia de los océanos) con depredadores como tiburones, atunes, aves marinas y muchas especies de mamíferos marinos. Por otro lado, la relevancia económica de anchoas y sardinas es también enorme, ya que pueden alcanzar casi la mitad del total de peces capturados en todo el mundo.

Pequeños pelágicos capturados con una red de arrastre pelágico.

En la costa de Sudáfrica en particular, las poblaciones de anchoa y de sardina representan la presa principal de especies como el pingüino africano o del Cabo, en peligro de extinción, el alcatraz del Cabo, delfines, ballenas, lobos marinos y multitud de peces. Además, en las frías aguas Atlánticas en torno a la bonita urbe de Ciudad del Cabo se desarrolla una de las pesquerías de pequeños pelágicos más importantes de África.

Hace pocos años se descubrió que la distribución de estas poblaciones de anchoa y sardina y sus principales zonas de desove estaba experimentando un desplazamiento hacia el Este, internándose poco a poco en las más cálidas aguas del Océano Índico. Aunque las razones de este cambio de distribución no están aún del todo claras, la mayoría de expertxs lo atribuyen a nuevos patrones climáticos, a la presión pesquera o a la combinación de ambos factores. Las consecuencias del cambio de distribución, en cualquier caso, serán, con gran probabilidad, de enorme relevancia tanto para los principales depredadores de anchoa y sardina como para las pesquerías de estas especies en Ciudad del Cabo.

La Bahía de Algoa se sitúa en el sudeste de Sudáfrica y alberga poblaciones de anchoa y sardina relativamente pequeñas en comparación con las que históricamente se han encontrado en torno a Ciudad del Cabo. Dados los cambios recientes en la distribución de estas especies desde el Atlántico hacia el sudeste sudafricano, en más importante que nunca poner una especial atención a las fluctuaciones de las poblaciones en la Bahía de Algoa. Puesto que las larvas de peces son particularmente sensibles a las variables ambientales y antropogénicas, el estudio de esta etapa vital temprana es clave para entender cómo varían las poblaciones de peces.

En un estudio publicado hace tan sólo unos días, mis colaboradoras y yo comparamos las respuestas de las larvas de peces ante diferentes factores antes y después de un largo periodo de sequía (que duró de 2008 a 2010) en la Bahía de Algoa. Este estudio muestra qué variables son las que más afectan a las poblaciones de larvas de anchoa y sardina en la región. Aunque puede haber un buen número de variables que tengan un efecto en las dinámicas de las poblaciones de los pequeños pelágicos, la mayoría de investigadorxs están de acuerdo en que entre los factores más relevantes para la variabilidad de la abundancia de larvas de anchoa y sardina se encuentran: el viento (tanto su velocidad como su dirección pueden ser importantes), la lluvia, la temperatura del mar, la concentración de clorofila a (que sirve como medida de la productividad del océano), la disponibilidad de comida (en este caso la densidad de zooplancton, base de la dieta de anchoas y sardinas) y la densidad de larvas (es decir, cuántas hay por metro cúbico de agua) de anchoas y sardinas.

Recomiendo muestras en la Bahía de Algoa.

Para tal estudio generamos varios modelos estadísticos que incluyeran una o más de las variables consideradas. Estos modelos nos ayudaron a establecer qué variables determinaban en mayor medida la abundancia de las larvas. Los resultados mostraron que las densidades de larvas de anchoa y sardina en la Bahía de Algoa se pueden modelizar –y por tanto predecir-, al menos en parte, analizando sólo un pequeño número de variables ambientales. Esta metodología de estudio basada en modelos matemáticos es especialmente útil cuando se pretende estudiar un medio tan inmenso e inestable como el océano, cuyas condiciones son prácticamente imposibles de simular en el laboratorio. Además, estos modelos nos pueden ofrecer indicadores que sirvan para orientar a quienes toman las decisiones en materia de conservación del medio ambiente y de gestión de los recursos naturales.

En concreto, en nuestra investigación descubrimos que las únicas variables ambientales que mostraban un cambio significativo tras el periodo de sequía fueron la velocidad media anual del viento del este y la densidad del zooplancton, aumentando en ambos casos después de 2010. Los resultados sacaron a la luz que las larvas de anchoa pasaron a ser más abundantes después de la sequía, mientras que la población de larvas de sardina no mostró un cambio de tamaño palpable. Es interesante señalar que los vientos del este en la Bahía de Algoa están asociados a fenómenos de afloramiento en la zona central de la bahía. Los afloramientos son fenómenos oceanográficos que se dan cuando las aguas de las capas más profundas, generalmente más ricas en nutrientes (ya que estos se acumulan ahí al hundirse), emergen siguiendo el desplazamiento que el el viento ejerce sobre las aguas superficiales. Estos fenómenos, por tanto, podrían ser esenciales en la producción de plancton, la comida de las larvas de peces.

Los posibles cambios en el clima pueden modificar la fuerza y la dirección predominante de los vientos. Si así ocurriera en la Bahía de Algoa, el crecimiento de las larvas de peces podría verse seriamente limitado y, en consecuencia, habría menos individuos capaces de alcanzar la edad adulta y reproducirse, lo que, en última instancia, podría llegar a poner la población en peligro. Con los cada vez más severos efectos del cambio climático global, nos encontramos ante la urgente necesidad de entender qué factores y cómo influyen en las etapas larvarias y juveniles de especies tan importantes como anchoas y sardinas.

Además, el hecho de que las larvas de especies tan similares como son anchoa y sardina se encuentren en la Bahía de Algoa en la misma época del año añade un potencial problema más a sus poblaciones: la competencia inter-específica. En la mayoría de regiones del mundo en las que anchoa y sardina cohabitan, sus larvas no suelen aparecer en la misma época del año porque los adultos se reproducen en distintas estaciones. Sin embargo, en la Bahía de Algoa la competencia por el alimento entre estas larvas podría llegar a ser otro factor que limitara la abundancia de los peces.

Es muy poco probable que las poblaciones de anchoa y sardina sudafricanas lleguen a desaparecer de las costas de Ciudad del Cabo, y aún no conocemos con exactitud el alcance del cambio de distribución de estas poblaciones hacia aguas más cercanas a la Bahía de Algoa. Lo que sí es evidente es que la gran relevancia de estas especies para el medio ambiente y para la estabilidad económica de las comunidades pesqueras en todo el globo requiere de una mayor inversión en investigaciones científicas como la que aquí se ha descrito.

Costalago, D., Potter, P., Pattrick, P., & Strydom, N. A. (2017). Influence of environmental variables on the larval stages of anchovy, Engraulis encrasicolus, and sardine, Sardinops sagax, in Algoa Bay, South Africa. Environmental Biology of Fishes, 1-12.

Otras referencias de interés:

• Checkley Jr, D. M., Asch, R. G., & Rykaczewski, R. R. (2017). Climate, anchovy, and sardine. Annual review of marine science, 9, 469-493. • Coetzee, J. C., Van der Lingen, C. D., Hutchings, L., & Fairweather, T. P. (2008). Has the fishery contributed to a major shift in the distribution of South African sardine?. ICES Journal of Marine Science, 65(9), 1676-1688. • McInnes, A. M., Ryan, P. G., Lacerda, M., Deshayes, J., Goschen, W. S., & Pichegru, L. (2017). Small pelagic fish responses to fine-scale oceanographic conditions: implications for the endangered African penguin. Marine Ecology Progress Series, 569, 187-203. • Mhlongo, N., Yemane, D., Hendricks, M., & Lingen, C. D. (2015). Have the spawning habitat preferences of anchovy (Engraulis encrasicolus) and sardine (Sardinops sagax) in the southern Benguela changed in recent years?. Fisheries Oceanography, 24(S1), 1-14.

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